Antes de casarse parece ser demasiado temprano. Cuando se case puede ser que no tenga el dinero. Cuando nazcan los hijos habrá otras prioridades. Cuando los hijos se vayan de la casa quizá el dinero alcance. ¿Cuando te retires? Seguro que será tarde.
Hace unos días en un taller de coaching financiero una clienta me preguntó si era demasiado temprano para adquirir una vivienda. Me expresó que muchos le decían que estaba muy joven y era soltera, que no era momento para estar pensando en adquirir su techo propio, que viviera la vida, que no sabía lo que pasaría en el futuro...
Pienso que lo cortés no quita lo valiente. Vivir la vida no debe impedir realizar inversiones buscando mejorar el futuro. El monto reunido con el propósito de que sea el inicial de la vivienda propia puede convertirse en otras inversiones más adelante, como el capital para un negocio, entre otros. Veamos cuándo es el mejor momento.
• Antes de casarse. Pensar en tener vivienda no es una locura. Hoy las personas se casan cada vez más adultas. Producen más dinero que antes. La mayoría llega al matrimonio solo con los grandes recuerdos de lo vivido. Piensan que entre los padres y los créditos se hará posible la nueva convivencia en una vivienda... no propia.
• Al momento de la boda. Después de haber ganado bastante dinero y muchas veces sin haber tenido ningún tipo de responsabilidad hace falta una vivienda. Han decidido su coexistencia bajo un mismo techo, pero no han construido capital suficiente para, junto a un préstamo, hacerse de una vivienda propia. Comienzan a pagar alquiler, dinero que trabajan para que el dueño del techo donde viven se regocije.
• Nacen los hijos. Los costos de vida aumentan. No es momento de pensar en una inversión como esa. Se reduce el disponible y aumenta la necesidad de espacio, lo que aumentará los costos de vivienda. Los siguientes años serán para pensar en otras prioridades.
• Los hijos salen de la casa. Se reducen los gastos y la necesidad de espacio. ¿Se puede pensar en guardar parte del sobrante para el inicial de la vivienda propia? En unos años es posible comprar algo a la medida. La pregunta que se hacen muchos es: ¿y ahora para qué? Piensan que pueden morir pronto y no valdría la pena ahorrar para pensar en el futuro.
• Al momento del retiro. Ahora es tarde. Se reducen los ingresos y se hace muy difícil conseguir un préstamo. De no tener todo el dinero reunido será casi imposible por motu propio adquirir un techo con cuatro paredes.
• Conclusiones. Siempre habrá excusas para no dar los pasos necesarios para la adquisición del techo que lo resguardará. Mi pensamiento es que nunca es demasiado temprano. Lo importante es tomar la decisión. No vivirá peor si paga un préstamo, lo que no puede es ponerse una cuota mucho mayor a lo que puede pagar y lo que estaría pagando de alquiler. Si tiene que elegir algo más pequeño, manos a la obra, luego puede cambiar a una vivienda mayor.
Como explico en mi libro Arco Iris Financiero, desde que comience a ganar dinero debe guardar una parte. Luego lo invierte donde más dinero le produzca sin dejar de lado el nivel de riesgo que decida correr. Ese puede ser el capital inicial para adquirir su vivienda, ya sea antes de casarse o cuando se retire. Lo importante es decidirlo.